miércoles, 19 de marzo de 2014

TENTACIONES DE SOBERBIA

 
·    Cada vez que venga a tu mente un pensamiento de soberbia, de creerte que algo es tuyo, dile: “gracias a ti, Señor. Si te alaba alguien por algo di: “gracias a Dios”, y así lo conviertes en una alabanza a Él.
 
·    Cuando te creas más que otros, reconoce que realmente el Señor te ha dado dones gratuitamente y por ello dale gracias y alábalo.
 
·     El Señor con las tentaciones quiere vaciarte, hacerte pobre; que seas una pobre confiada. Cuanto más vacía y pobre, más puede llenarte de Él y vivir en ti.
 
·     En las tentaciones, que las tendrás siempre, pídele al Padre, desde su Hijo, que está en ti, aquello que necesitas y ten fe en que te lo concede. Pídele que venga a ti con su humildad, con su amor, su desprendimiento…, y también ríete de ti misma y alégrate de tener tentaciones porque es ocasión de que vayas a Él y de que nazca una oración preciosa en ti.
 
·     Que no me estime en más de lo que conviene… ¿Y cuál es lo que conviene? Que soy templo de la Santísima Trinidad. Sois santos porque yo soy Santo. Que no me vuelva nunca a despreciar a mí misma, que no me diga nunca: soy un desastre.
 
·     Cuando te des cuenta de una tentación, acude inmediatamente al Señor, pídele que venga con su amor, con su humildad, con su misericordia, y no le des más vueltas. El reconocer que el Señor ha puesto dones en ti ha de servirte, no para soberbia, sino para alabar al Señor, los dones son de Él.
 
·     Tener genio, tener un carácter fuerte, es un don, pero es negativo si lo utilizas desde tu amor propio (soberbia, orgullo).
 
·     Si ves que el hermano tiene algún defecto o ha actuado de una forma errónea y que ese defecto tú no lo tienes, alégrate en el Señor, alábale por todo lo que te ha dado a ti y todo lo que ha hecho en ti toda tu vida, porque Él es el que lo ha hecho todo y el que te lo ha dado todo. Alégrate y alábale, pídele al Señor que también le de esos dones a tu hermano.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario