·
La oración de la Iglesia no la hagas como una
obligación, como una rutina, lo que puedas hacer hazlo desde Jesús que ora al
Padre, que quiere alabar al Padre desde ti con los salmos.
· La oración personal es lo más importante del día,
sin ella no hay oración de la Iglesia o no vale para nada. Es el momento de
intimidad con Él, es un regalo que Él te da, no es algo que haces tú. No puedes
pretender ganarte a Dios haciendo tú oración. Es un don que Él pone en ti por
acción de su espíritu. Que por lo menos tengas un cuarto de hora de oración con
un texto bíblico un libro que te la sugiera.
·
Ir cada día a que Él Señor te estrene en la oración
personal, en cada momento del día, en la oración de la Iglesia y en la oración
de la comunidad.
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