miércoles, 19 de marzo de 2014

LA MIRADA DE JESÚS



·      Busca continuamente su mirada, la mirada de Dios que nos mira y nos da su mirada. Deja que el Señor te mire por fuera y por dentro, ábrete a su mirada que está siempre sobre ti y mírale tú a Él.
 
·      Déjate mirar por el Señor y pídele el don de la contemplación; que no sea acción sin contemplación. Cuanta más actividad tengas que realizar, más necesitas de la contemplación. Ser más María pero hacer las tareas de Marta, en Jesús y con Jesús y eso es también oración.
·      Busca la mirada de Jesús pero no fuera de ti sino dentro de ti. Mira con su mirada, eso dulcificará tu mirada.
 ·    “Buscad mi rostro” Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro. (Sal 27(26)) ¿Quieres ver su rostro? Pues, mírate al espejo. ¿Quieres ver sus ojos, su mirada? Mírate al espejo, tú eres Jesús.
 
·     El Señor te dice que le mires solo a Él, que salgas de ti misma. Mírale, el Señor te quiere enamorar.
 
·      Sí, el Señor ha hecho cambios en tu vida, solo tienes que pensar cómo eras al principio y cómo eres ahora. No quieras buscar tú su mirada porque no la vas a encontrar, no quieras manipular a Dios, solamente dile: “Señor dame el don de dejarme mirar por ti”. El Señor te mira, y no solo de fuera hacia adentro, sino también desde dentro de ti misma.

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