· Busca continuamente su mirada, la mirada de Dios que
nos mira y nos da su mirada. Deja que el Señor te mire por fuera y por dentro,
ábrete a su mirada que está siempre sobre ti y mírale tú a Él.
· Déjate mirar por el Señor y pídele el don de la
contemplación; que no sea acción sin contemplación. Cuanta más actividad tengas
que realizar, más necesitas de la contemplación. Ser más María pero hacer las
tareas de Marta, en Jesús y con Jesús y eso es también oración.
· Busca la mirada de Jesús pero no fuera de ti sino
dentro de ti. Mira con su mirada, eso dulcificará tu mirada.
·
El Señor te dice que le mires solo a Él, que salgas
de ti misma. Mírale, el Señor te quiere enamorar.
· Sí, el Señor ha hecho cambios en tu vida, solo
tienes que pensar cómo eras al principio y cómo eres ahora. No quieras buscar
tú su mirada porque no la vas a encontrar, no quieras manipular a Dios,
solamente dile: “Señor dame el don de dejarme mirar por ti”. El Señor te mira,
y no solo de fuera hacia adentro, sino también desde dentro de ti misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario