EN LAS TENTACIONES

·      Las tentaciones son buenas, tienes que dar gracias al Señor por ellas. Cuando vengan tienes que decirle al Señor que te posea plenamente, que venga a ser el en ti, ponte en contacto con Él en la oración, únete a Él.

 

·      En las tentaciones acude al Señor inmediatamente, únete a Él, dile: “Jesús te amo, te bendigo…” Al enemigo ni agua. No le des vueltas porque te destruyes.

 

·      Las tentaciones, muchas veces, son consecuencia de una falta de oración.

 

·      Alégrate de tener tentaciones, porque tentación vencida es santidad. La tentación es la posibilidad de la santidad. Reacciona abriéndote al Señor, a su santidad, alabándole, adorándole, pidiendo que venga Él a ti con su fe, con su amor, abrazándote a Él. Él te ama infinitamente, te ha elegido, ve a unirte a Él cada instante.

 

·      Es cierto que Él actúa en ti si te abandonas a Él. No temas, el Señor te tiene de su mano y Él es el más fuerte de todos, nadie puede vencerle.

 

·      Serás tentada, pero en la tempestad el Señor te dice: “no tengas miedo, Yo soy”.

 

·      ¿El demonio, puede atacarnos físicamente? Como a Job, el Señor puede dejar que nos ataque, pero Él es el que vence. Nadie te arrebatará de mi mano…

 

·      Ante las tentaciones, invocar: “Señor mío y Dios mío” o, acude al Señor “Jesús, Jesús”… No intentes ser tú la que venzas las tentaciones, acude al Señor para que sea Él el que venza.

 

·      El enemigo te atacará. Hay tres casos de enemigos, el demonio, el mundo y la carne. En las tentaciones, alégrate, alaba, bendice, adora, no pretendas vencer por ti misma, acude al Señor, Él viene siempre.

 

·      En las tentaciones: al enemigo, ni agua. La tentación es la ocasión de la santidad.

 

·      Las tentaciones de no amar, de no orar, de no creer, de no adorar… si después has sentido paz es porque el Señor, al dárselas a Él, las has vencido en ti.

 

·      Desear y no poder nada: cuando el Señor te hace desear algo es porque ya te lo está dando. “Hago el mal que no quiero…”. Gracias sean dadas a Jesucristo.  Rm 7

 

·      Renovación es sinónimo de Conversión y ha de realizarse cada día.

 

·      Cuanta más santidad más tentaciones tendrás. Pero fiel es Dios que no permitirá que seas tentada por encima de “tus” fuerzas.

 

·      Acuérdate de orar frecuentemente con el padrenuestro. “… no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal”.

 

·      Si tienes tentaciones es señal de que Jesús está muy cerca de ti.

 

·      Tentaciones… siempre las tendrás, yo también las tengo. Acude al Señor.

 

·               Tampoco yo tendría fortaleza para ir al martirio, eso lo pone Él.